Conjunto de retablos del convento de los padres Carmelitas Descalzos (Markina–Xemein)

Retablo de la Virgen del Carmen

  • Templo: Iglesia del convento de Nuestra Señora del Carmen (Markina-Xemein)
  • Ubicación: Altar Mayor
  • Autor: Marcos de Santa Teresa (arquitecto) (traza),  Juan de Munar (escultor) y José de Quintana (dorador)
  • Promotor: Comunidad carmelita y ayuntamiento de Markina
  • Cronología: siglo XVIII (1732)
  • Estilo: Barroco

Un retablo dedicado a la Virgen del Carmen, patrona de los Carmelitas

Retablo interactivo, pulse sobre las imágenes para ampliar su información.

Iglesia:

El Convento de los padres Carmelitas Descalzos está en el casco histórico de la villa de Markina-Xemein. Fue fundado en 1691 por el abad de la Colegiata de Ziortza, Ignacio de Munibe y Axpe, hijo de los Condes de Peñaflorida. Sin embargo, las obras de la iglesia no se terminaron hasta 1724, más de treinta años después de la fundación.

Es un buen ejemplo de iglesia barroca carmelita, con una sencilla fachada flanqueada por dos espadañas y, al interior, una amplia nave central y dos naves laterales.

El Carmen – Convento de los Padres Carmelitas Descalzos (Markina – Xemein)
Advocacion Convento de los Padres Carmelitas Descalzos (Markina – Xemein)

Advocación:

La Virgen del Carmen es una de las formas con que los católicos veneran a María, la madre de Jesús de Nazaret. Según la tradición, un grupo de ermitaños se retiró a vivir al monte Carmelo, en el actual Israel. Después de ser expulsados por los musulmanes durante las cruzadas, marcharon a Europa, donde fundaron la orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo, conocida como orden de los carmelitas. Su patrona es la Virgen del Carmen, también conocida como Nuestra Señora del Monte Carmelo, que, según la tradición, se apareció al superior general de la orden el 16 de julio de 1251 entregándole los hábitos que debía vestir y un escapulario.

El escapulario es un objeto formado por dos pequeños trozos de tela unidos por dos cordones largos que se lleva al cuello, de manera que cuelga sobre el pecho y la espalda. La Virgen habría prometido librar del Purgatorio y llevar al Cielo a todas las personas que llevaran un escapulario como éste durante toda su vida, por lo que se convirtió en el principal signo de los carmelitas.

Descripción:

El retablo mayor del Carmen preside la iglesia del convento de los Carmelitas, tras el altar mayor. Es un retablo-fachada compuesto por zócalo o banco, muy decorado; cuerpo, donde destaca la hornacina central coronada por un espectacular escudo; y remate o ático semicircular que se adapta ligeramente a la forma de la cabecera, con un machón curvado donde se puede ver el escudo de la orden. Verticalmente se divide en tres calles, la central ligeramente más ancha que las laterales, separadas por columnas corintias muy decoradas.

En el centro del retablo se encuentra la imagen principal, la Virgen del Carmen, acompañada en las calles laterales por San Elías y San Cirilo de Alejandría. Estos dos santos están en hornacinas muy decoradas, sobre las que se representan unos angelitos o putti descorriendo un cortinaje, a modo de dosel. La imagen central del ático es la de Cristo crucificado, a cuyos lados están las esculturas de San Juan de la Cruz y San Ángel de Sicilia.

Es una excelente obra barroca con elementos muy decorativos, también llamados churriguerescos, como las columnas de capitel corintio con decoración en zig – zag y hojas en el fuste o los soportes de las imágenes. Prima la ornamentación vegetal junto a los símbolos carmelitas.

La policromía del retablo se caracteriza por el uso del dorado, mientras que en las esculturas los austeros hábitos carmelitas, destaca por el uso del color negro principalmente.

Historia:

El retablo mayor del Convento de los Padres Carmelitas de Markina se construyó en 1732, ocho años después de que terminaran las obras de la iglesia, y fue sufragado por la propia comunidad de religiosos, aunque también colaboró el ayuntamiento con una aportación de 1.100 reales. El diseño o traza se encargó al carmelita navarro fray Marcos de San Teresa y las imágenes al escultor cántabro, afincado en Elorrio, Juan de Munar.

Por su parte, la policromía fue llevada a cabo en 1773 por el dorador tolosarra José de Quintana.

Imaginería:

Cuerpo 1

a. Elías.

Elías.
Según la Biblia, Elías fue uno de los profetas hebreos que anunciaron el Nacimiento del Mesías. En un momento de su predicación se escondió en el desierto y fue alimentado por los cuervos. Después defendió a Yahvé, forma en que los judíos llaman a Dios, frente a los seguidores del dios Baal, a quienes venció y degolló en el monte Carmelo. Por eso, es una figura a la que los primeros carmelitas, que se retiraron a vivir como ermitaños en el mote Carmelo, tuvieron gran devoción, y se considera el inspirador espiritual de la orden. Aquí se le representa como un anciano de larga barba, vestido con el hábito marrón y blanco de los carmelitas.

En su mano izquierda sujeta una pequeña iglesia, símbolo de la primera fundación de la orden en el Carmelo, y en la derecha, la gran espada con la que decapitó a los sacerdotes de Baal, cuyas cabezas aparecen a sus pies. Llama la atención su rostro, con la boca abierta para indicar su condición de profeta capaz de expresar las palabras inspiradas por Dios.

A. Virgen del Carmen.

Virgen del Carmen.
Nuestra Señora del monte Carmelo, imagen a la que se conoce como Virgen del Carmen, es la patrona de los carmelitas. Por eso aquí se le representa vistiendo hábito marrón y blanco y sujetando en la mano derecha un escapulario, tal y como, según la tradición, se apareció al superior de la orden en 1251. María está representada como Madre de Dios, sujetando delicadamente al Niño Jesús en brazos, y coronada como Reina de los Cielos.

Destaca la rica policromía en blanco, marrón y oro de sus vestimentas, así como la fina talla de los pliegues. Para subrayar su condición divina, la imagen está en una hornacina dorada decorada con relieves, cabezas de ángeles y nubes.

b. San Cirilo de Alejandría.

San Cirilo de Alejandría.
Cirilo fue un teólogo de los inicios del cristianismo que en el año 412 fue nombrado obispo de la iglesia de Alejandría, en Egipto, cargo que en aquella época se denominaba patriarca. Fue uno de los primeros en defender la idea de que María era Madre de Dios; por eso, es una figura muy venerada por los carmelitas, orden que tiene gran devoción a la Virgen.

En esta escultura se destaca su condición de patriarca, y aparece vestido con la mitra, el sombrero que los obispos utilizan en las ceremonias solemnes, pero también con la túnica marrón y el manto blanco de los carmelitas, para destacar la devoción que le tienen los miembros de esa orden. El santo sujeta un libro y una pluma, indicando así la importancia para la Iglesia Católica de sus escritos sobre teología.

Ático

c. San Juan de la Cruz.

San Juan de la Cruz.
Juan de la Cruz fue un monje carmelita español que colaboró con Teresa de Ávila en la reforma de la orden: juntos fundaron la rama de los carmelitas descalzos. Fue también autor de importantes obras de teología y poesía mística. Aquí aparece vestido con el hábito carmelita, sosteniendo en su mano izquierda un crucifijo, que representa su piedad, y con un libro en su mano derecha, alusión a sus escritos religiosos.

Destaca su expresivo rostro, así como la fina talla de sus ropajes, resaltada mediante la policromía.

B. Cristo crucificado.

Cristo crucificado.
Imagen de gran expresividad que remata el retablo y, con un efectista recurso barroco, combina pintura y escultura dentro de un marco dorado de formas curvas. La figura de Cristo, tallada en madera, lo representa clavado en la cruz y ya muerto. Destaca el realismo de la anatomía, subrayado por una policromía que incide en su palidez, contrastando con la sangre de las heridas en pies, manos y costado. Se cubre con un paño de pureza, finamente tallado, que parece moverse agitado por el viento.

Detrás, una pintura representa la ciudad de Jerusalén mientras el cielo se cubre de negros nubarrones, alusión a que, según los evangelios, el día en que murió Jesús los cielos se oscurecieron desde el mediodía.

d. San Ángel de Sicilia.

San Ángel de Sicilia.
Ángel, que había nacido en Jerusalén, fue uno de los primeros monjes que se retiró al monte Carmelo (en el actual Israel). En 1226 viajó a Roma para pedir al papa Honorio III que aprobara la regla de la orden. Se le considera, por tanto, uno de los fundadores de los carmelitas y se le representa con el hábito marrón y blanco, sujetando en su mano derecha un crucifijo, signo de su piedad.

Destaca su expresivo rostro, así como la fina talla de sus ropajes, resaltada mediante la policromía.