Retablo de la Asunción de María (Lekeitio)
- Templo: Iglesia de la Asunción de María (Santa María) (Lekeitio)
- Ubicación: Altar Mayor
- Autor: Maestro de Lekeitio
- Promotor: Ayuntamiento de Durango y parroquia de Santa María
- Cronología: siglo XVI (hacia 1500 – 1505)
- Estilo: Gótico
Esta obra, de más de 500 años de antigüedad, es el más importante retablo gótico del País Vasco
Retablo interactivo, pulse sobre las imágenes para ampliar su información.
Iglesia:
La iglesia de Santa María fue construida en el siglo XV, reemplazando un edificio más antiguo. Es un templo gótico, que destaca en el paisaje de la villa de Lekeitio por sus grandes dimensiones y a su ubicación en el centro de la bahía, junto al puerto. Tiene una hermosa portada en arco apuntado con esculturas.
A lo largo de los siglos esta iglesia ha ido experimentando ampliaciones y modificaciones; por eso, en el exterior conviven los esbeltos arbotantes y pináculos góticos con la torre barroca, terminada en 1734.
Advocación:
La iglesia y su retablo principal están dedicados a la Asunción de la Virgen María. Según la tradición católica, al final de su vida María fue llevada al Cielo y es, junto con el propio Jesucristo, la única persona que se encuentra en cuerpo y alma en el Paraíso, sin tener que esperar al Juicio Final y la Resurrección de los muertos.
Se le representa como Reina de los Cielos, de pie sobre la nubes y rodeada de ángeles que la coronan como Reina de los Cielos y la sostienen, ya que fueron ellos quienes se encargaron de transportar su cuerpo a la Gloria.
Descripción:
El retablo de la Asunción preside el altar mayor de la parroquia, ocupando todo el muro de la cabecera. Se trata de un impresionante mueble de tipo casillero, compuesto por parte baja o banco, tres cuerpos y guardapolvos decorado con estrellas, sobre el que se añadió un Calvario de estilo barroco, muy diferente al resto de las esculturas. Verticalmente se divide en cinco calles, siendo la central más ancha, y cuatro entrecalles. Cada casilla está enmarcada por un dosel muy elaborado, que imita las formas de la arquitectura gótica.
La mayoría de las escenas cuentan la vida de María, titular del retablo, reservándose la calle central para las dos esculturas más importantes: la Virgen con el Niño y la Asunción. Por su parte, las esculturas de las entrecalles se dedican a apóstoles, evangelistas, padres de la iglesia, profetas, reyes, santos y santas. En la parte alta, las cuatro calles laterales rematan en arcos góticos con ángeles tocando instrumentos y, sobre ellos, representaciones simbólicas de la iglesia y la sinagoga, santos guerreros, el sol y la luna.
En conjunto, las complicadas composiciones de las escenas y la gran cantidad de figuras contribuyen a crear una sensación de monumentalidad y grandeza, destacada por la espectacular policromía. Predomina el color dorado típico de la escultura hispanoflamenca realizada por maestros del norte de Europa en talleres castellanos. Sobre él se han aplicado tonos rojos, plata, azules y verdes, que resaltan en las esculturas, especialmente en las telas de sus vestimentas.
Historia:
El retablo de la Asunción fue encargado a comienzos del siglo XVI, entre 1500 y 1505, coincidiendo con el momento en que se estaba terminando la actual iglesia gótica. No se sabe el nombre de su autor, al que identificamos como Maestro de Lekeitio, pero es probable que se trate de un escultor del norte de Europa, de la zona del Bajo Rin-Mosa (entre las actuales Alemania, Francia y Bélgica), con el que trabajaban artífices flamencos y franceses, y que ya había realizado otras obras en Castilla, en las áreas de Burgos y Palencia.
Una vez terminada la escultura y montado el retablo, hacia 1514, se encargó al maestro Juan García de Crisal que realizara la policromía. Hacer frente una obra como ésta, que costó más de medio millón de maravedíes, debió de suponer un enorme esfuerzo económico para Lekeitio; de ahí que se pagara de forma conjunta por la parroquia y el ayuntamiento, y con los donativos que se recibían de vecinos de la villa, tanto los que vivían allí como los que ocupaban destacados puestos en la corte.
En 1741 se le añadió un Calvario barroco, obra del escultor cántabro Juan Antonio de Hontañón y policromado por el pintor Luis Fonseca.
Imaginería:
Banco
Santo.
Imagen de un santo barbado vestido como monje.
Ha perdido los objetos que sujetaba, por lo que no es posible identificarlo.
Adoración de los pastores.
El evangelio cuenta que, tras ser avisados por un ángel de que había nacido el Mesías, los pastores se acercaron al portal de Belén. Este relieve muestra a la Virgen arrodillada ante el Niño que está tumbado sobre su manto. Frente a ella, José, también arrodillado, levanta las manos. Los pastores llegan por la derecha de la escena, tocando instrumentos y bebiendo de sus cantimploras. Junto a ellos, varios ángeles juntan las manos y se inclinan ante el Niño, indicando que es el hijo de Dios.
Completan la escena la mula, representada como si estuviera rebuznando, y el buey, los animales que tradicionalmente acompañan las representaciones del nacimiento de Jesús.
Adoración de los Magos ó Epifanía.
Según los evangelios, unos Magos de Oriente visitaron a Jesús en Belén, a donde llegaron siguiendo una estrella que brillaba en el cielo. No se citan sus nombres, su número, ni su raza, aunque la tradición recoge que fueron tres: Melchor, Gaspar y Baltasar. A partir del siglo XIV, este último ha solido representarse como un joven de raza negra. Sí se dice, en cambio, que le llevaron tres obsequios: oro, como rey; incienso, como dios; y mirra, un bálsamo muy aromático que se usaba para embalsamar a los muertos, como hombre y, por tanto, mortal.
María sujeta al Niño mientras el primer mago, Melchor, ha dejado en el suelo la corona que lo identifica como rey y se arrodilla ante el hijo de Dios. Tras él Gaspar, de pie, señala al cielo, indicando a Baltasar, que le mira, la estrella que los ha guiado hasta allí. José, de pie detrás de la Virgen, sujeta uno de los presentes que han traído los Magos. La escena se completa con dos pajes a caballo.
Apóstol.
Figura que representa a uno de los doce apóstoles que, según los evangelios, acompañaron a Jesús de Nazaret.
Está ricamente vestido, con un manto muy decorado, y sostiene un libro.
Dormición de la Virgen.
Según la tradición católica, antes de ser llevada en cuerpo y alma al Cielo, María no murió, sino que quedó como dormida después de que todos los apóstoles hubieran acudido para acompañarla. Aquí se representa ese momento: María, tendida en la cama y con los ojos cerrados, está rodeada de los doce apóstoles, que destacan por sus expresivos gestos: algunos leen en sus libros, uno junta las manos y mira al cielo, otro lleva la mano a la mejilla en señal de dolor, otro prepara un incensario…
Entre todos ellos reconocemos a Juan, el más joven y sin barba, que está mirando directamente a María.
Apóstol.
Figura que representa a uno de los doce apóstoles que, según los evangelios, acompañaron a Jesús de Nazaret.
Está ricamente vestido, con túnica y manto muy decorados, y sostiene un libro.
Matanza de inocentes.
Los evangelios cuentan que Herodes, confundiendo el nacimiento del Mesías con el de un futuro monarca de los judíos, ordenó asesinar en Belén a todos los niños menores de dos años por miedo a que uno de ellos lo destronase. La escena se presenta en toda su crueldad: en el centro, el rey Herodes contempla cómo uno de los soldados, vestido con coraza y casco, va a ejecutar a un niño, sin escuchar las súplicas de su madre que intenta protegerlo.
Herodes tampoco atiende a la mujer que grita arrodillada a su lado, mientras parece hacer caso a un consejero.
Jesús entre los doctores.
Según los evangelios, cuando Jesús tenía 12 años acudió a Jerusalén con sus padres a celebrar la Pascua judía y, entre el gentío, se perdió. Tras buscarlo durante tres días, lo encontraron en el templo, discutiendo con los sacerdotes y teólogos, que estaban asombrados de su sabiduría. En la escena, Jesús aparece en el centro, rodeado de los sabios que le preguntan y escuchan atentamente, o comentan sorprendidos sus conocimientos. Llama la atención el expresivo gesto de las manos del Niño, que parece enumerar y razonar sus respuestas.
Es una escena llena de detalles, como las vestimentas o las sillas en que se sientan los doctores.
San Roque.
Roque era un joven que había repartido su herencia entre los pobres y se dedicaba a curar a los enfermos de peste. Él mismo se contagió, por lo que decidió retirarse a un bosque para evitar propagar la enfermedad. Por eso es el santo patrón contra las epidemias y las pestes.
Aquí aparece vestido de peregrino y mostrando la marca de la peste en su pierna.
Profeta.
Imagen de profeta que sujeta en su mano izquierda una banda en la que puede leerse AVE María.
Cuerpo 1
Rey.
Imagen de uno de los reyes de Israel que se mencionan en la Biblia, vestido con rica túnica y manto dorado y tocado con corona.
Anuncio a los pastores.
Según los evangelios, al poco de nacer Jesús en Belén, un ángel se apareció a los pastores que cuidaban sus rebaños allí cerca para anunciarles que había nacido el Mesías, el salvador de la humanidad. En esta escena, uno de los pastores mira al cielo, mientras los demás no parecen ser conscientes de la aparición: tocan instrumentos, beben de sus botas o conversan entre sí.
Es una escena llena de detalles, como las ropas de los pastores, los rebaños, el paisaje…
Adoración de los pastores.
El evangelio cuenta que, tras ser avisados por un ángel de que había nacido el Mesías, los pastores se acercaron al portal de Belén. Este relieve muestra a la Virgen sentada con el Niño en el regazo, mientras se le acercan los pastores. Dos de ellos se arrodillan en señal de respeto, mientras un tercero, de pie, toca un instrumento musical.
Detrás de María, dos ángeles juntan las manos, indicando que el Niño es hijo de Dios. José, por su parte, contempla a María, completando esta emotiva escena.
Virgen con el Niño.
Esta escultura es la más antigua del retablo. Fue realizada en la centuria de 1300, por lo que es más de cien años anterior al resto de imágenes. Es una representación de María sentada con el niño en el regazo, del tipo conocido como Virgen-trono y que el País Vasco se denomina Andra Mari (“señora María”). La escultura se ha colocado en un rico trono, realizado ya en 1500, muy decorado, sobre el que vuelan dos ángeles músicos. A los lados de la Virgen hay dos santas: la de la izquierda es Santa Catalina de Alejandría, reconocible por llevar la corona que la identifica como princesa, sujetar la espada que representa su muerte por decapitación y tener a sus pies la figura de Maximiano, emperador que ordenó su ejecución pero fue moralmente vencido por la santa. Es una mujer que destacó por su sabiduría, por eso lleva también un libro abierto en su mano izquierda.
Circuncisión de Jesús.
El evangelio de Lucas cuenta que Jesús, judío de nacimiento, fue circuncidado a los ocho días de nacer, siguiendo la práctica de la religión judía que establece que todos los niños varones deben participar en esta ceremonia ritual, en la que también se les pone nombre. La representación capta el momento en que el sacerdote sujeta al niño para circuncidarlo, acompañado por dos acólitos, mientras dos mujeres contemplan la escena.
A la derecha aparecen José, apoyado en un bastón, y María, que lleva una cesta con dos tórtolas, ofrenda que era tradicional dejar en el templo.
Presentación en el templo.
Según la ley judía, todas las familias debían presentar a Dios a su primer hijo varón. El evangelio de Lucas cuenta que, cumpliendo este precepto, María y José llevaron a Jesús al templo de Jerusalén. Allí dos personas reconocieron al Niño como el Mesías: el anciano Simeón, que aquí aparece como un sacerdote ricamente vestido que levanta las manos, y la profetisa Ana, que aparece de pie a la izquierda. Delante de ella, María se arrodilla y junta las manos.
Completan la escena la figura de José, de pie a la derecha, y dos acólitos que acompañan a Simeón y contemplan a Jesús, tumbado sobre el altar del templo.
Rey David
Imagen de uno de los reyes de Israel que se mencionan en la Biblia, vestido con rica túnica y manto dorado y tocado con corona. Está tocando el arpa, por lo que puede identificarse como el rey David, ya que la historia cuenta que sabía tocar muy bien este instrumento.
Su figura es muy importante para los cristianos, ya que, según los evangelios, Jesús de Nazaret estaba emparentado con este rey a través de su padre adoptivo, José.
Cuerpo 2
Rey
Imagen de uno de los reyes de Israel que se mencionan en la Biblia, ricamente vestido, con medalla y cetro y tocado con corona.
Rey
Imagen de uno de los reyes de Israel que se mencionan en la Biblia, ricamente vestido, llevando un cetro y tocado con corona.
Ofrenda de San Joaquín en el Templo.
Joaquín es, según la tradición, padre de la Virgen María y, por tanto, abuelo de Jesús. Tras muchos años de matrimonio con su mujer, Ana, no tenían descendencia, lo que entre los judíos era considerado como una maldición divina. Por eso, trataban de congraciarse con Dios haciendo ofrendas en el templo, pero éstas fueron rechazadas por el sumo sacerdote.
El relieve representa ese momento, con el sacerdote levantando la mano derecha en señal de rechazo y Joaquín y Ana abandonando el templo, mientras otras tres figuras contemplan la escena y, al fondo, un grupo de hombres parece burlarse de ellos por no lograr tener hijos.
Nacimiento de María.
La Biblia apenas dice nada de la vida de María, que conocemos sobre todo por leyendas y tradiciones medievales. Aquí se representa su nacimiento como un hecho cotidiano: su madre, Ana, ya ha dado da a luz y es atendida en la cama por tres mujeres que le ofrecen platos de comida, mientras dos comadronas están envolviendo a la recién nacida con paños calientes. A los pies del lecho Joaquín, el esposo de Ana y padre de María, aparece de pie con las manos juntas en señal de respeto.
Es una escena llena de detalles, como las llamas del brasero donde las comadronas calientan los lienzos.
Presentación de la María en el templo.
La Biblia apenas dice nada de la vida de María, que conocemos sobre todo por leyendas y tradiciones medievales. Siendo muy joven, los padres de María, Joaquín y Ana, la llevaron al templo de Jerusalén, donde sería educada por los sacerdotes hasta llegar a la edad de casarse. Aquí se representa el momento en que el sacerdote Baraquías recibe a la niña, que sube las escaleras del templo, y profetiza que será la Madre del Mesías, mientras sus padres y unas mujeres contemplan la escena.
Llaman la atención las figuras que se asoman desde lo alto del templo, así como el detallismo en las arquitecturas.
Desposorios de María y José.
Según la tradición, los sacerdotes del templo eligieron a José entre varios pretendientes como el esposo más adecuado para la Virgen María.
La escena representa el momento en que un sacerdote junta las manos de María y José, mientras el resto de los pretendientes contempla la escena.
Rey
Imagen de uno de los reyes de Israel que se mencionan en la Biblia, ricamente vestido, llevando un cetro y tocado con corona.
Cuerpo 3
San Juan Bautista.
Según los evangelios, Juan el Bautista realizó su misión a comienzos de la era cristiana, en el río Jordán, donde bautizaba a los que buscaban la conversión, de ahí su sobrenombre. Entre las personas que bautizó estaba Jesús de Nazaret. Se le describe como un ermitaño que vivía en el desierto y se cubría con pieles de camello; aquí aparece cubierto de pieles y llevando un báculo o bastón.
En su mano izquierda sujeta un libro y, sobre él, un cordero, símbolo de Cristo, ya que fue el Bautista el primero que reconoció a Jesús de Nazaret como el Mesías.
Anunciación.
Según los evangelios, el arcángel Gabriel fue enviado por Dios para anunciar a María que iba a ser la Madre del Mesías. Es un episodio de gran importancia simbólica para el cristianismo, ya que representa el misterio de la Encarnación, es decir, el momento en que Dios se hace hombre para salvar a la humanidad del pecado. Este relieve muestra el instante en que el arcángel se presenta ante María, mientras la mujer, que está leyendo, baja los ojos en señal de humildad. Sobre ellos aparecen unos rayos dorados que llegan del cielo, en alusión a la concepción milagrosa y divina de Cristo. Entre en arcángel y María hay un jarrón; seguramente contuvo flores blancas que simbolizarían la pureza y virginidad de la mujer, y que se han perdido.
La escena se ha ambientado en el interior de un dormitorio, para hacerla más cercana y expresiva, y está llena de detalles como los cortinajes, la mesa que contiene los libros…
Visitación.
Según el evangelio, María, embarazada de Cristo, visita a su prima Isabel, quien estaba también embarazada de Juan el Bautista, para comunicarle que va a ser la Madre de Dios. En este relieve, María e Isabel se saludan, mientras Zacarías, el esposo de Isabel que está de pie detrás de ella, contempla la escena.
Siguiendo el relato de la Biblia, Isabel se representa como una mujer casi anciana, mientras que María, como doncella, lleva el pelo suelto y sin cubrir.
Asunción
Según la tradición católica, al final de su vida María fue llevada al Cielo y es, junto con el propio Jesucristo, la única persona que se encuentra en cuerpo y alma en el Paraíso, sin tener que esperar al Juicio Final y la Resurrección de los muertos. Se le representa de pie sobre la media luna, rodeada de rayos de sol y acompañada de ángeles que la coronan como Reina de los Cielos y la sostienen, ya que fueron ellos quienes se encargaron de transportar su cuerpo a la Gloria.
Contrasta la elegancia de la figura de María, ricamente vestida, con las complicadas posturas de los ángeles, destacando los dos superiores, que están tocando instrumentos musicales.
Piedad.
Cristo, ya muerto, es llorado por su madre y sus seguidores más cercanos. Para expresar el dolor de María, aquí aparece el cuerpo de su hijo. Los acompañan otras cuatro figuras, entre las que puede reconocerse a José de Arimatea, de pie a la izquierda de la escena, quien, según los evangelios, pidió permiso al gobernador romano, Poncio Pilatos, para bajar de la cruz el cuerpo de Jesús y depositarlo en un sepulcro.
Destaca la rigidez el cuerpo de Jesús, con una expresiva policromía que resalta la sangre de sus heridas.
Resurrección
Según los evangelios, tres días después de ser crucificado Jesús resucitó. Este hecho se representa mostrándole saliendo triunfante del sepulcro, semidesnudo y mostrando las heridas de la crucifixión, con un báculo en forma de cruz que representa su victoria sobre la muerte. Le rodean los soldados, que caen al suelo al presenciar el milagro.
Llaman la atención las vestimentas de los soldados, que están representados con las corazas, cascos y armamento típicos de 1500, época en que se realizó el retablo: escudos, espadas curvadas, grandes hachas llamadas alabardas…
San Juan.
Juan fue uno de los doce apóstoles y, además, autor de uno de los cuatro evangelios que la Iglesia Católica considera inspirados por Dios y que se recogen en la Biblia. En esta escultura aparece sujetando una copa de la que sale un pequeño dragón.
Es una alusión a su milagro más famoso: un día le ofrecieron una copa con veneno, pero el santo la bendijo y pudo beber de ella sin morir, mostrando así que el cristianismo es la auténtica fe.
Ático
Iglesia
Representación simbólica de la iglesia cristiana como una bella joven vestida con toga que sostiene en su mano derecha una gran cruz, alusión a la auténtica fe.
San Miguel arcángel.
Miguel es uno de los cuatro arcángeles que se mencionan en la Biblia. Su nombre significa “¿Quién como Dios?”; por eso aquí lleva un escudo con las letras QSD iniciales de la frase latina Quid sicud Deus?, en relación a su nombre. Según la tradición, venció a Lucifer cuando éste se rebeló contra Dios.
De ahí que se le represente como un soldado, vistiendo una coraza y capa, y sujetando en su mano derecha una espada que levanta contra el demonio, vencido a sus pies.
San Jorge
Jorge fue un soldado romano de Capadocia (en la actual Turquía) que vivió en los primeros años del cristianismo. La leyenda cuenta que un día supo que un dragón amenazaba a los habitantes de la ciudad de Silca (en la actual Libia), quienes debían ofrecerle diariamente sacrificios humanos. El valiente Jorge se enfrentó entonces al dragón, salvando a la bella princesa que iba a devorar.
Por eso aquí se le representa como un guerrero vestido con armadura y un león, símbolo de valentía, en su escudo. Sujeta en su mano derecha una lanza, símbolo de su triunfo que se interpreta como la victoria de la virtud sobre el pecado.
Sinagoga
Representación simbólica de la religión judía, cuyo templo principal es la sinagoga. Aparece como una joven que sujeta las tablas de la ley judía, donde según la Biblia estaban escritos los diez mandamientos que Dios entregó a Moisés y que comparten judíos y cristianos.
La joven tiene los ojos vendados para expresar que, aunque lo tenía ante sí, la religión judía no supo ver que Jesús era el hijo de Dios y, por tanto, el salvador de la humanidad.
Calvario.
El retablo se corona con tres esculturas de un estilo muy diferente al resto. Es una representación del Calvario, es decir, Cristo crucificado rodeado de su madre, María, y su discípulo predilecto, Juan. Aquí se representa el momento en que Jesús ya ha muerto, como demuestra la herida que sangra en su costado, mientras María y Juan expresan su piedad y dolor.
Es una obra barroca, realizada en 1741 por el escultor Juan Antonio de Hontañón y policromada por el pintor Luis Fonseca.