Retablo de los Santos Emeterio y Celedonio (Goikolexea, Larrabetzu)

  • Templo: Iglesia de los santos Emeterio y Celedonio (Goikolexea, Larrabetzu)
  • Ubicación: Altar Mayor
  • Cronología: siglo XVI (hacia 1520-1525)
  • Estilo: Gótico

Cinco siglos presidiendo una iglesia juradera en el Señorío de Bizkaia

Retablo interactivo, pulse sobre las imágenes para ampliar su información.

Iglesia:

La iglesia de los santos Emeterio y Celedonio se encuentra en el barrio más importante de Larrabetzu, Goikolexea, al que además da nombre (goikolexea significa en euskera “iglesia de arriba”). Aunque en este lugar hubo una iglesia anterior, seguramente del siglo XII, la actual comenzó a construirse hacia 1500 en estilo gótico. De este periodo se conservan la portada Sur, parte de los muros y soportes y algunos fragmentos de pinturas murales en el interior, que aparecieron en 1991 gracias a los trabajos de restauración del templo. Esta iglesia ha sido, durante siglos, uno de los lugares más importantes del valle del Txorierri, ya que formaba parte del camino o ruta juradera que, desde Bilbao y hasta la iglesia de Santa Eufemia en Bermeo, debían hacer los señores de Bizkaia –título que a partir de 1379 recayó en los reyes de Castilla– jurando los fueros y garantizando las leyes y libertades de los vizcaínos.

San Emeterio y San Celedonio de Goikolexea (Larrabetzu)
Advocación Retablo Mayor de los Santos Emeterio y Celedonio (Larrabetzu)

Advocación:

Celedonio y Emeterio fueron dos soldados romanos, posiblemente dos hermanos, que sufrieron martirio por decapitación al negarse a abandonar su fe cristiana. Según la tradición, servían en la legión romana acuartelada en Calahorra (La Rioja) a finales del siglo III y fueron encarcelados en el lugar que hoy se conoce como casa santa. Allí se les sometió a juicio para, después, ser llevados a la orilla del río Cidacos, donde se les decapitó.

En ese lugar se levantó, siglos después, la catedral de Calahorra.

Descripción:

Este retablo se encuentra situado en el altar mayor de la iglesia parroquial de Goikolexea. Es un pequeño mueble de tipo casillero y está compuesto por zócalo o banco y tres alturas o cuerpos, divididos verticalmente en tres calles, la central ligeramente más alta que las laterales. Recorre todo el borde exterior una cenefa muy decorada, también llamada guardapolvo.

El retablo, como la iglesia, está dedicado a los santos Emeterio y Celedonio; por eso sus esculturas ocupan la casilla central. Sobre ellos está la imagen de la Virgen María con el Niño y coronada por ángeles.

Las casillas de las calles laterales acogen relieves que narran la vida de los santos titulares, salvo en el cuerpo superior, dedicados a escenas de la vida de María, ensalzando su papel como Madre deJesús. Por último, la zona inferior del retablo se reserva para la representación de Cristo resucitado rodeado por los doce apóstoles.

Es una obra en la que abundan los elementos típicos del estilo gótico, con relieves y figuras de gran expresividad. Pero quizás lo más llamativo sea su espectacular arquitectura o mazonería, muy decorada, en la que abundan los doseles y guardapolvos calados. Se completa con una policromía que fue alterada en una restauración realizada en 1915, pero que parece seguir los colores originales. Estos se caracteriza por el predominio casi total del oro, con zonas de plata en las armaduras, y colores azul verdoso y blanco en varias de las vestimentas de los personajes.

Historia:

Son pocos los datos que conocemos de esta obra. Debió de realizarse in situ por artistas locales una vez terminada la reconstrucción del templo, seguramente hacia 1520-1525, por lo que es uno de los retablos más antiguos de Bizkaia. El hecho de que lo que hoy es un pequeño núcleo rural cuente con una obra de esta importancia se explica por ser, en el momento de la realización del retablo, una de las paradas de la ruta juradera. Se dedica a dos santos, Emeterio y Celedonio, poco habituales en Bizkaia pero que son los patrones de Calahorra, a cuya diócesis pertenecían los templos vizcaínos en el siglo XVI.

Imaginería:

Banco

a1. San Felipe y Santiago el Menor.

San Felipe y Santiago el Menor.
Bajo un expresivo arco con decoración gótica aparecen los apóstoles Felipe y Santiago el Menor, que según la tradición cristiana murieron el mismo día.

Pueden identificarse gracias a los objetos que sujetan, que son símbolo de su martirio: Felipe, un ceñudo hombre sin barba, lleva una cruz latina, ya que fue atado a una cruz hasta morir; Santiago el Menor sostiene una maza, el objeto con que fue golpeado en la cabeza para darle muerte.

a2. San Andrés y Santiago el Mayor.

San Andrés y Santiago el Mayor.
Bajo un expresivo arco con decoración gótica aparecen los apóstoles Andrés y Santiago el Mayor.

Pueden identificarse gracias a los objetos que sujetan, que son símbolo de su martirio: Andrés sostiene la cruz en forma de aspa, a la que fue atado hasta morir; Santiago, vestido de peregrino, lleva el bastón con la calabaza que le sirve de cantimplora.

 

A.- Cristo resucitado rodeado de San Juan, San Pedro, San Pablo y San Mateo.

Cristo resucitado rodeado de San Juan, San Pedro, San Pablo y San Mateo.
Bajo un amplio arco con decoración gótica aparecen cinco figuras. En el centro se representa a Cristo resucitado, mostrando las heridas que recibió durante la crucifixión: las marcas de clavos en las manos y la de la lanza en su costado. Está vestido de rojo y oro, coronado de rayos, y sujeta un estandarte en forma de cruz, símbolo de su victoria sobre la muerte. A su lado están los llamados “príncipes de los apóstoles”: A su derecha Pedro, que sostiene las llaves del Cielo, y a su izquierda Pablo, con la espada que recuerda que murió decapitado.

En la escena están también los dos apóstoles que la Iglesia Católica reconoce como autores de evangelios directamente inspirados por Dios: Juan, un joven rubio y sin barba que lleva un cáliz del que sale una serpiente, que recuerda uno de sus milagros y Mateo, sujetando un cuchillo que simboliza su martirio.

a3. San Bartolomé y San Simón.

San Bartolomé y San Simón.
Bajo un expresivo arco con decoración gótica aparecen los apóstoles Bartolomé y Simón.

Pueden identificarse gracias a los objetos que sujetan, que son símbolo de su martirio: Bartolomé lleva el cuchillo con que le arrancaron la piel y, además, sujeta un demonio encadenado, en representación de uno de sus milagros; Simón, que aparece como un hombre sin barba, sostiene una sierra, ya que fue cortado en dos.

a4. San Judas Tadeo o San Matías y Santo Tomás.

San Judas Tadeo o San Matías y Santo Tomás.
Bajo un expresivo arco con decoración gótica aparecen dos apóstoles, que probablemente sean Tomás Judas Tadeo o Matías.

En este caso, es difícil identificar los objetos que sujetan, aunque es posible que el de la izquierda sea Judas Tadeo, que murió golpeado con una maza, y el de la derecha Tomás, que fue atravesado con lanzas.

Cuerpo

5. Decapitación de los santos Emeterio y Celedonio.

Decapitación de los santos Emeterio y Celedonio.
Escena que recoge el momento del martirio de Emeterio y Celedonio, a los que se representa vestidos con armaduras y los ojos vendados. Uno de ellos ya ha sido decapitado, mientras que el otro, arrodillado y con las manos juntas como si estuviera rezando, espera su fin.

Llama la atención la expresividad del verdugo que se prepara para asestar el golpe con que dará muerte a uno de los jóvenes. Dos personajes contemplan la escena: son los jueces que condenaron a los santos.

B. San Emeterio y San Celedonio.

San Emeterio y San Celedonio.
Celedonio y Emeterio aparecen como dos jóvenes vestidos con ropa militar, con armadura de placas y guanteletes. Uno de ellos sujeta en su mano derecha el hacha con que, según la leyenda, fueron decapitados.

Destaca la cuidada policromía, a base de tonos dorados y plata, que hace de estas dos esculturas el centro de atención del retablo.

6. Los Santos Emeterio y Celedonio predican ante las murallas de Calahorra.

Los Santos Emeterio y Celedonio predican ante las murallas de Calahorra.
Según la tradición, tras su decapitación Emeterio y Celedonio aparecerían milagrosamente ante los muros de Calahorra, predicando su fe portando sus cabezas en las manos.

Uno de los elementos que más llama la atención es la policromía de los ropajes de los santos, a base de dorados y platas.

C. Virgen coronada por ángeles

Juicio a los Santos Emeterio y Celedonio
Escena que representa a los santos vestidos con ropas militares ante los jueces que van a condenarlos. Los gestos de las figuras indican que están discutiendo y defendiendo la fe cristiana, tal y como cuenta su leyenda: Emeterio y Celedonio, de pie, extienden sus manos, mientras el juez que está sentado delante de ellos los señala con el dedo.

Tras él, dos hombres ricamente vestidos parecen escuchar lo que dicen el juez y los arrestados. Además de la cuidada policromía, destaca la expresividad de los personajes.

B. San Emeterio y San Celedonio.

Virgen coronada por ángeles
Imagen de María con el Niño en el regazo mientras es coronada por los ángeles como Reinadel Cielo. Para destacar el carácter divino de su hijo, el Niño sujeta en su mano izquierda una bola del mundo, mientras bendice con la derecha. Sobre estas figuras, dos ángeles sujetan una preciosa corona, indicando que, como Madre deDios, María es también Reinade los Cielos.

La imagen se sitúa bajo un templete o baldaquino de formas góticas, muy decorado, con una talla tan fina que parece de encaje.

6. Los Santos Emeterio y Celedonio predican ante las murallas de Calahorra.

Emeterio y Celedonio son conducidos a prisión.
Los dos santos son llevados a la fuerza por los verdugos, que los agarran de la capa y les golpean con una maza. Ya han sido condenados y llevan una cuerda en el cuello y las manos atadas. Llama la atención el rostro sereno de los santos, que contrasta con la dureza del de los verdugos.

La expresividad de las figuras es, precisamente, uno de los aspectos más destacados de esta escena.

1.- Anunciación.

Anunciación.
Según los evangelios, el arcángel Gabriel fue enviado por Dios para anunciar a María que iba a ser la Madre del Mesías. Es un episodio de gran importancia simbólica para el cristianismo, ya que representa el misterio de la Encarnación, es decir, el momento en que Dios se hace hombre para salvar a la humanidad del pecado. Esta escena representa el instante en que el arcángel, que señala con el dedo al Cielo para indicar que es Dios quien le envía, se presenta ante María y le saluda. Ella, que estaba leyendo un libro, levanta su mano en señal de sorpresa. Entre ambas figuras hay un jarrón con lirios, símbolo de pureza y virginidad.

Es un relieve muy cuidado en sus detalles, como las cortinas anudadas del fondo de la escena, los libros que se amontonan bajo la mesa donde lee María, o el modo en que ella sostiene una página para mostrar que ha sido interrumpida en su lectura.

2. Nacimiento de Jesús.

Nacimiento de Jesús.
La escena está inspirada en los evangelios: después de buscar en vano un lugar donde pasar la noche, María y José han encontrado cobijo en un establo y allí ha nacido Jesús. Para indicar que este niño es hijo de Dios, sus padres se arrodillan ante él. Al fondo de la escena un pastor bebe vino de una bota mientras otro toca una chirimía, anunciando la buena nueva.

Es un relieve muy expresivo en el que incluso la mula y el buey, animales que tradicionalmente acompañan las representaciones del Nacimiento, participan en la escena: la mula relinchando de alegría y el buey contemplando al recién nacido.