Retablo de la Asunción de María (Amorebieta – Etxano)
- Templo: Iglesia de Santa María de Amorebieta
- Ubicación: Altar mayor
- Autor: Juan Bautista de Jaúregui e Ignacio de Ibero (tracistas), Francisco de Munar y Luis de Foncueva (policromadores), Ramón del Solar y Jerónimo de Argós (escultores)
- Promotor: Parroquia
- Cronología: siglo XVIII (Hacia 1749-1752)
- Estilo: Barroco
Un retablo barroco construido con dineros de las Américas
Retablo interactivo, pulse sobre las imágenes para ampliar su información.
Iglesia:
En el corazón del municipio de Amorebieta y junto al río Ibaizabal se construyó el templo de Santa María.
Se trata de una iglesia de una sola nave que comenzó a edificarse en 1556, en pleno Renacimiento, aunque reaprovecha algunos restos de un anterior edificio tardogótico (parte baja de la torre).
Al exterior destaca un imponente campanario barroco levantado en 1774.
Advocación:
La iglesia y su retablo principal están dedicados a la Asunción de la Virgen María.
Según la tradición católica, al final de su vida María fue llevada al Cielo y es, junto con el propio Jesucristo, la única persona que se encuentra en cuerpo y alma en el Paraíso, sin tener que esperar al Juicio Final y la Resurrección de los muertos.
Se le representa sobre nubes y rodeada de ángeles, ya que fueron ellos quienes se encargaron de transportar su cuerpo a la Gloria.
Descripción:
El retablo de la Asunción de Nuestra Señora se encuentra en la capilla mayor del templo, ocupando prácticamente todo el muro. Es un retablo de tipo cascarón que se adapta a la forma de la cabecera de la iglesia, pero la rebasa ampliamente por los laterales mediante dos alas que Ignacio de Ibero añadió al diseño original de Juan Bautista de Jáuregui. Está compuesto por un alto banco, un único cuerpo y ático. Cuatro columnas estriadas con capitel compuesto y cuatro pilastras con capitel jónico lo dividen en cinco calles.
En el centro hay un sagrario en forma de templete, custodiado por ángeles y figuras de santas. Sobre él, en el lugar más destacado del retablo, se encuentra la imagen titular: la Asunción de María a los Cielos. Las imágenes de los arcángeles San Rafael y San Miguel, el Santo Ángel de la Guarda, San Pedro y San Pablo rodean a la imagen principal. En los extremos laterales se representan sendos ángeles con las alas extendidas, y están rematados en lo alto con imágenes simbólicas de las virtudes de la Caridad y la Fortaleza. En el centro del cascarón, la paloma que representa al Espíritu Santo corona el retablo. Todas estas imágenes se acompañan de figurillas representando angelitos o querubines que salpican el retablo.
La arquitectura está decorada con elementos propios del barroco tardío, como guirnaldas, volutas y varios tipos de molduras imitando formas vegetales. Toda ella ha sido recubierta de pan de oro, lo que da al retablo un aspecto magnífico. Las figuras están pintadas en tonos suaves, destacando los colores dorado y azul de sus vestidos.
Historia:
Los responsables de la parroquia encargaron el retablo a dos importantes artistas guipuzcoanos: los arquitectos Juan Bautista de Jáuregui e Ignacio de Ibero. Ellos realizaron la traza (es decir, el diseño general de la obra), aunque de la construcción material del retablo se ocuparon Domingo de Gutiérrez, Juan de Avendaño, ambos de Liendo (Cantabria), y el lekeitiarra Juan de Iturburu.
Las imágenes fueron realizadas por el cántabro Ramón del Solar, excepto la imagen central, la escultura de la Asunción de María, probablemente obra de Antonio de Alloytiz que fue aprovechada de un retablo anterior, de hacia 1650.
La construcción y la talla se terminaron en 1752, pero hubo que esperar más de 20 años para poder dorar y pintar las imágenes, de lo que se ocuparon Francisco de Munar y Luis de Foncueva, también cántabros. Así que la obra no quedó acabada hasta 1778. Todas estas labores pudieron pagarse gracias a donaciones particulares, entre las que destacaron las de dos vecinos de Amorebieta que habían hecho fortuna en Perú y México: Martín de Celayeta y Domingo de Osoategui.
El retablo fue restaurado en 1999.
Imaginería:
Cuerpo
Asunción de la Virgen
María aparece de pie sobre nubes y rodeada de ángeles, en el momento en que, al final de su vida, fue llevada en cuerpo y alma al Cielo.
Esta imagen formaba parte de un retablo anterior, y parece que fue realizada hacia 1650 por Antonio de Alloytiz.
San Pedro.
Pedro fue uno de los doce apóstoles. Jesús le nombró su sucesor, por lo que se le identifica como el primer papa de la Iglesia Católica.
En esta imagen se le reconoce por llevar un libro en la mano izquierda y las llaves del Reino de Dios en la derecha. Es obra del escultor Ramón del Solar.
San Pablo.
Pablo fue uno de los primeros difusores del cristianismo, religión a la que él mismo se había convertido tras aparecérsele Cristo.
Aquí aparece representado con la espada, símbolo de su muerte decapitado, y el libro, referencia al texto de los Hechos de los Apóstoles y las catorce cartas que escribió y que aparecen en la Biblia.
La imagen es obra del escultor Ramón del Solar.
Arcángel San Rafael.
Rafael es uno de los tres arcángeles citados en la Biblia. Su nombre significa “Dios sana”, y por eso se le representa llevando un pez, con cuya hiel ayudó a Tobías a curar la ceguera de su suegro.
Lleva además un bastón, en referencia a su condición de caminante y a que es –junto con San Cristóbal, San Roque y Santiago– uno de los patrones de los peregrinos.
Esta escultura es obra de Ramón del Solar.
Ángel de la Guarda.
Ángel protector que, según la tradición, tienen todos los cristianos desde que son bautizados.
Aquí se le representa acompañando a un niño, al que protege de los peligros de la vida. Por eso está pisando un dragón, símbolo del pecado, y lleva una cruz, que se identifica con la religión cristiana.
La imagen es obra del escultor Ramón del Solar.
Ático
San Miguel Arcángel.
Miguel es uno de los tres arcángeles que se mencionan en la Biblia. Su nombre significa “¿Quién como Dios?” y, según la tradición, venció a Lucifer cuando éste se rebeló contra Dios.
Por eso se representa como un soldado con casco, coraza, espada y escudo mientras pisa al demonio, que aparece vencido a sus pies.
En esta escultura, obra de Ramón del Solar, destaca la sensación de movimiento en los ropajes del ángel.
Caridad.
La Caridad es, junto con la Fe y la Esperanza, una de las virtudes que, según la religión cristiana, Dios infunde a todas las personas. Consiste en amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo, por lo que está considerada como la más importante de todas las virtudes.
Se representa simbólicamente como una mujer amamantando a varios niños o, como en este caso, sujetándolos en brazos mientras muestra sus pechos descubiertos.
Es obra del escultor Ramón del Solar.
Fortaleza.
La Fortaleza es –junto con la Justicia, la Prudencia y la Templanza– una de las cuatro virtudes que la religión católica denomina cardinales y que tienen como fin la honestidad de quien las practica.
Consiste en vencer el temor y huir de la temeridad, y se representa simbólicamente como una mujer llevando una columna, como imagen de su fuerza.
La imagen es obra del escultor Ramón del Solar.
Espíritu Santo
Según la religión cristiana, el Espíritu Santo es una de las tres personas de la Santísima Trinidad.
Junto con Dios Padre y su hijo Jesucristo constituye una sola esencia divina. Suele representarse en forma de paloma blanca, con las alas abiertas en forma de cruz. En este caso, la rodean nubes y rayos dorados, y aparece acompañada por una corte de ángeles.
Llama la atención que en el punto donde confluyen los nervios de la bóveda sobre el retablo se represente a otra de las personas de la Trinidad, Dios Padre, que completa así el mensaje teológico de la obra.